Semana Santa: Tiempo para vivir la Fe
Sara participa en las actividades diocesanas, además es de la Hermandad Penitencial de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna. Ella nos cuenta cómo ser luz para los demás en este tiempo.
¿Cómo surgió tu deseo de ser cofrade?
Me hice cofrade por tradición familiar, ya que la Hermandad tenía su sede en mi parroquia (San Miguel y San Julian) y toda mi familia pertenece a ella: mis tios, mis primos, mis padres...Al día siguiente de nacer yo ya era cofrade, mis tíos me apuntaron.
¿Cómo te planteas vivir esta Semana Santa?
Me gusta vivir la Semana Santa a tope. Yo siempre digo que para mi la semana más grande del año es esta. A veces pienso que me gustaría conocer otras Semanas Santas, en otros lugares, pero en seguida me llega a la cabeza "¡Cóno vas a perder tu Semana Santa aquí!" Me planteo vivirla con ilusión, recogimiento, silencio y ante todo, en una posición de servicio, hacia todo lo que pueda necesitar la cofradía de mí.
¿Qué aspectos te aporta tu cofradía para vivir la fe?
Hay que partir del concepto erróneo que hay acerca de las cofradías. No debemos acordarnos de ellas solo en Semana Santa, ya que están al pie del cañon todo el año. Se organizan triduos, actos, novenas, reuniones y actividades infantiles y juveniles de carácter más lúdico, actividades de caridad, etc. Un cofrade, para poder vivir su fe en la cofradía crea vínculos entre los HERMANOS cofrades, de ahí que sea importante también no solo vivirlo en la semana grande, sino el resto de los días, para conocer a los demás, dado que la fe, no puede vivirse en solitario, sino en comunidad. Al márgen del resto del año, la Semana Santa te permite dar un empujón a tu fe, llevándola a las calles. Puedes salir y "gritar en silencio", que crees, y que quieres que los demás, lo que están en la acera o en el balcón de su casa, lo vean, lo sientan... y que al mirar a los ojos a Jesús, a sus humildes gestos o a la Virgen en su soledad, algo les remueva y crean también como tú. Los cofrades alumbramos a nuestras imágenes mientras caminamos, despacio, rezando, reflexionando, admirando y compartiendo. No es simple tradición, no cultura, la fe en esos días te permite sentir, mirar dentro de ti mismo, buscar y encontrar, a través de las imágenes que salen a las calles y que escenifican con absoluto realismo cada escena de la Pasión. En mi cofradía siempre decimos que al caminar sentimos el apoyo de su columna. Y eso es lo que al fin y al cabo nos aporta la cofradía, un apoyo, para vivir la fe, una fe que coge fuerzas en Semana Santa y que sirve de apoyo para el resto del año.
¿Qué consejo darías a otros jóvenes para vivir esta Semana Santa?
Les diría que salgan a la calle. En nuestra diócesis hay focos muy importantes para vivir plenamente esta semana: Valladolid, Medina de Rioseco, Medina del Campo, Peñafiel... Que se dejen embaucar por las cornetas y tambores, por el silencio que reina en la provincia en estos días. Que se empapen, reflexionen y aprendan. En Semana Santa es fácil encontrar a Dios, Él sale a la calle y te busca, tú solo tienes que pararte en la acera, dejar que pase la procesión. A partir de ahí, que la llama surja, renazca o se fortalezca. Es una semana intensa y bonita que en España podemos vivir de una forma especial, y esas oportunidades, hay que aprovecharlas sin duda.