Jesus Dueñas
Si tuviera que resumir en pocas palabras lo que ha supuesto para mí este Encuentro Europeo de Jóvenes, yo creo que serían fe, amistad y ganas de llevar el Evangelio. Para mí, desde luego, se ha tratado de un encuentro muy intenso a la hora del encuentro con el Señor en los momentos de oración, de catequesis o de vigilia; pero también ha sido un encuentro muy especial en el encuentro personal. Dios se nos manifiesta en las personas y en las circunstancias. No han faltado momentos en los que pudiera encontrar una palabra, un gesto o una sonrisa de otro que me hicieran darme cuenta de que Dios está presente en las pequeñas cosas de la vida cotidiana.
El encuentro ha sido una oportunidad para reencontrarse con gente querida y también de profundizar en nuestras relaciones con ellas y de conocer otras nuevas, cuyas vidas y testimonios me han marcado profundamente. La Iglesia somos una familia de hermanos con un solo corazón y una sola alma, y eso se ha manifestado estos días en la forma en la que se convivía y la fraternidad que reinaba.
La cantidad de jóvenes reunidos para celebrar su fe me ha recordado que la Iglesia es también una Iglesia joven, joven y en misión. Lo que ha nacido en este encuentro no puede quedarse aquí, sino que tiene que llegar con alegría al resto del mundo, y a través de nosotros, especialmente a otros jóvenes. El encuentro me ha hecho darme cuenta de que la fe vivida en comunidad es como un regalo que hemos recibido generosamente y que es necesario compartir con los demás. ¡No tengamos miedo de anunciar esta alegría que llevamos dentro!
Jesús Dueñas Pamplona
