Miki
De nuevo este año hemos tenido una escapada veraniega con nuestra diócesis de Valladolid. Personalmente es mi salvación porque es algo distinto que hacemos al resto de días del verano y es fantástico. No es el primer año que voy a un encuentro de este tipo, ya soy veterano en esto pero, eso si, cada año es distinto y genial. Este año 2015 tuvimos la suerte de celebrar el quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa y pudimos recordarlo y conmemorarlo en el Encuentro Europeo de Jóvenes cuyo núcleo fue Ávila. Este encuentro duró una semana y estuvo dividido en varias fases. Mayorga fue el comienzo para los jóvenes que fuimos de Valladolid. Allí realizamos un campo de trabajo para rehabilitar una casa que pudiera acoger a futuras familias que lo necesitaran. Trabajando codo con codo y disfrutando también de juegos y gincanas muy divertidas unimos nuestras fuerzas y nuestros ánimos formando así una gran familia con Dios en el centro. Después nos reunimos en Segovia con jóvenes de otras diócesis para ya calentar motores y prepararnos para Ávila. En Ávila la concentración de gente fue grandísima, jóvenes de toda España y parte del extranjero que se unieron a nosotros para celebrar la gran obra de Santa Teresa y nuestra fe común en Jesús.
Toda esta semana ha sido para mi la más fructífera del año y la más especial, prueba de ello es la tristeza que tuve al finalizar el encuentro. Cada día teníamos nuevas experiencias, cada día era un día de risas, cantos y alegría. En definitiva, desde aquí animo a todos los jóvenes que leáis esto a que no perdáis la oportunidad de participar en futuros encuentros como este en los que unidos por el Señor se comparten vivencias inolvidables.
Miguel Gómez Rivadeneira (“Miki”)